lunes, diciembre 26, 2005

Los ojos de O.

Lo que cuentan algunas personas que ya llevan muchos, muchísimos años de "casados" (como O. y yo, por ejemplo) es que "la rutina mata" y sutilezas de ese estilo. No sé, pero creo que O. y yo hemos logrado hasta ahora encontrar la manera de no sentirnos hartos por la rutina. Claro, no niego que a veces se nos antoja hacer otras cosas, pero ésa es la diferencia con otras parejas: que nosotros sí las hacemos si ambos lo decidimos de esa manera.

Aún así, en medio de los tipos que van y vienen a veces se nos olvida vernos a nosotros mismos o ver a nuestra pareja. Yo ya no había visto detenidamente los ojos de O. en algún tiempo, y apenas ayer que lo hice recordé cuánto me gustan esos ojitos color miel, como para perderme en ellos y en las mil fantasías que se me antojan cuando los veo directamente. Sí, claro, también extraño los ojazos negro azabache de J. pero los ojos de mi O. no los cambiaría por nada en el mundo, a pesar de que el color de ojos que más me gusta es el verde.

Disculpen ustedes, amables lectores, mis debrayes melancólicos.

jueves, diciembre 22, 2005

Reacciones de algunos blogueros gay

Nunca pensé que más de un par de blogueros fueran a leer lo que escribí respecto a mí y a ellos pero debo aprender a tener más respeto por el poderío de la Internet y saber que, efectivamente, casi todo lo que escribas estará ante el escrutinio público aunque lo hagas de manera más o menos clandestina.

En general, las reacciones fueron muy buenas, me dejaron muchos comentarios en la entrada e incluso algunos más escribieron algo al respecto en sus blogs, como Shinseiki21 y su aclaración sobre "Koi", o inhomoveritas y la mención de lo que escribí, así como Kine y su "salida del clóset ante la comunidad bloguera" a quien sinceramente felicito y agradezco sus palabras y finalmente al amarguete de Dreamer y sus interminables quejas sobre la vida (Reitero lo que dije originalmente: el comentario iba sin alguna malsana intención pero lo que has escrito no parece ser de la misma manera. Ni siquiera te tomaste la molestia de leer un poco más sobre mí para poder opinar y eso es triste, pero hasta cierto punto predecible de tu parte). Prácticamente todos los demás a quienes mencioné dejaron un mensaje haciéndome saber que habían leído lo que escribí, lo cual me pareció fabuloso pero al mismo tiempo me da un poco de miedo porque ahora ya no estoy completamente "anonimizado" (sí, me gusta inventar palabras). He decidido poner un enlace hacia los blogs de todos ellos para que la gente que me visite sepa a quiénes leo con regularidad.

Para quien tenga tiempo y quiera comprender un poco más la enredosa y complicada historia (totalmente real, no tiene ninguna fantasía o invento como cierto personaje dijo que tenía) que he escrito, le invito a leer los "archivos" de este blog, de julio para acá, en orden cronológico (de abajo hacia arriba). Después de eso será más fácil entender casi todo. Es la historia de mi vida en los últimos meses.

Este breve mensaje era, pues, sólo un agradecimiento público a todos ustedes. Mientras tanto, continuaré relatando mis (en ocasiones sórdidas) aventuras en este extraño mundo en el que me tocó vivir.

martes, diciembre 20, 2005

Reapareció A. (parece ser que igualmente rápido se irá otra vez)

El proceso de "regresar" con A. fue un lento cachondeo que se dio en los últimos meses, justo después de que "terminamos" con J., aunque sólo habían sido tímidos coqueteos, finalmente nos volvimos a ver la semana pasada.

No estaba nervioso, pero sí francamente excitado de volver a ver a A. pues tan sólo el recordar las espléndidas sesiones de sexo que tuvimos con él me provoca incontrolables reacciones en el cuerpo. Y así, después de largas conversaciones virtuales, se dio el reencuentro. Él guapísimo, tal y como lo recordaba, muy alto, moreno, con facciones fuertes y pronunciadas pero a la vez infantiles (ya cumplió 23 años, no lo puedo creer), el cuerpo un poco mejor proporcionado gracias a que ha hecho ejercicio en los últimos meses y esa desarmante mirada cachonda que ni de chiste puedo olvidar. Estuvimos en un bar, a la vista del público pero yo sólo quería comérmelo a besos. En algún momento de la noche dijo la palabra mágica que había anhelado escuchar, pero me hice el que no me importó mucho: "perdóname". Esa sola palabra englobaba muchos significados, a saber: "fui un estúpido por haberme alejado de ustedes por una cosa de nada, estoy arrepentido y quisiera volver a su cama, quisiera que retomáramos eso que llegamos a tener".

Yo quiero perdonarlo pero es difícil olvidar el pasado (o como dice magistralmente Fangoria: "después de ver cómo el dolor lo cambia todo...") y creo que no será tan trivial como tan sólo decir: "está bien, no te preocupes y no pasó nada, retomaremos la relación tal y como se quedó". Además, aunque quisiera hacerlo, está el maldito "factor J." del cual aún no me libro completamente. Y no, no estoy maldiciendo a J. ni mucho menos, sino a mi estúpida obsesión con él; simplemente no puedo terminar de sacudírmelo de encima, aunque ahora lo vemos muy poco, si acaso una vez a la semana.

Esa noche, tal y como se esperaba, terminamos en la cama con A. y el sexo fue tan grandioso como lo recordaba (en alguna ocasión mencioné que estaba probablemente dentro del "Top 10" del mejor sexo) aunque acentuado al infinito por el deseo reprimido de tantos y tantos meses anteriores. Hubo muchos besos (que conste que no beso a cualquiera), muchas caricias y aún más cachondeo. En un momento me pareció imaginar que inclusive O. ya había perdonado a A., pues él le guarda más rencor que yo por haberse ido así nada más y haber actuado tan raro con nosotros durante muchos meses.

Al otro día, cuando partió, no hubo promesas de reanudar la relación por ninguno de los dos bandos, aunque de cierta manera quedó implícito que nos continuaríamos viendo... hasta algunos días después, en que hubo una fiesta y a pesar de que A. había dicho que no asistiría, terminó yendo pues quería vernos y estar con nosotros. Esas fiestas son catastróficas en algunos aspectos porque no quedas bien ni con dios ni con el diablo: nosotros queríamos estar con nuestros amigos, A. con los suyos y nos vimos y convivimos poco tiempo durante la noche. En algún momento A. se puso celoso de un amigo nuestro y regresó su antigua personalidad caprichosa y berrinchuda que tanto odiábamos: terminó yéndose con sus amigos y ya no pasó la noche con nosotros. Al siguiente día, claro está, las disculpas y todo lo demás, pero... ¿realmente necesitamos eso? Tanto O. como yo estamos lo suficientemente maduros para no depender de berrinches cuasi infantiles; está bien que tengamos debilidad por los niños de un poco más de 20 años, pero tampoco tenemos la necesidad de estar sujetos a sus caprichos y extraños deseos.

No, no sé qué sucederá ahora con A. pero de lo que sí estoy seguro es de que no permitiremos que llegue a pasar algo similar a lo de J., pues es mucho desgaste para todas las partes. Si es que A. quiere "regresar" con nosotros y estar en un plan mucho más relajado entonces seremos felices. Si no lo quiere así, será triste pero deberemos olvidar la relación.

¡Qué lástima que estés tan rico, A.!

miércoles, diciembre 14, 2005

Analizándome y analizando a los blogueros gay

Desde que abrí este blog (no tan) secreto, me inscribí en bloguerosgay.com, que es un sitio que recopila la información de los blogs de la gente suscrita y la publica en un mismo lugar.

Pues bien, desde entonces he estado leyendo la historia de algunos de ellos (me es imposible seguir el ritmo de los setenta, así que abarco sólo a un grupo pequeño) y a menudo pienso en la manera en que se relacionan con la gente (y en ocasiones entre ellos) y lo comparo con la forma en que yo me relaciono con la gente, incluyendo a O., por lo que siempre saco interesantes conclusiones.

Quiero aclarar que lo que escribo aquí lo hago con gran respeto hacia todos y si por azares del destino algún bloguero llegara a leer esto sepa que no hay mala intención en mis palabras.

Primero que nada, no puedo evitar pensar en quienes tienen relaciones hasta cierto punto tormentosas con alguien quien se ha convertido en alguna especie de obsesión (como lo ha sido en su momento J. conmigo) y me he identificado mucho con ellos; específicamente con Knar y su obsesión por "MJ" que parece ir poco a poco superando, o también la de Mauricio (quien ha sido lector de este blog) con su desconcertador Diego; incluso la de Doffo y su ya perdido "Wapofeo". Es impresionante cómo puedes ver esas relaciones desde fuera y decir, casi gritar: "¡reacciona, chico, estás obsesionado por alguien quien no vale la pena!" y sin embargo he pecado de eso también y he visto a J. con los mismos ojos que ellos ven a sus amores mal logrados.

Por otro lado, están también las historias de romances que o bien han surgido en este medio o bien se mantienen y las seguimos cuales telenovelas como la relación de brayan (reinito) y charlyboy (gatito) quienes derraman miel por doquiera y son un ejemplo envidiable para muchos. También están las historias de amores recientes pero que se antojan como verdaderos y que van a durar, como la historia de Eduardo Irabién (quien ha sido lector de este blog) y Manuel cuya evolución del romance fue casi pública y todos pudimos verla. Nunca he tenido una experiencia así, ya que O. no tiene un blog (aunque conoce la existencia de mis dos blogs) pero sería interesante que él también lo tuviera y compartiera las experiencias desde su punto de vista; el nuestro podría ser un "romance público" como lo son esos.

También tenemos a las parejas "hechas y derechas" que al parecer son una especie en extinción y cuya existencia es la envidia de muchos y odio de algunos cuantos; por ejemplo, Flavio y su Daniel, quienes tengo entendido que ya llevan muchos años juntos, o Leo y Koi quienes incluso tienen un blog compartido y a pesar de que aún no viven (del todo) juntos se ve que tienen una relación madura, o kinetexas quien aparentemente también lleva una relación de años; ¿y por qué no mencionar a los cuasi legendarios Imoq y Ariel? Creo que todo mundo conoce su historia con años y años que llevan juntos. Con estas parejas sí he sentido similitud pues el caso de O. y el mío es el mismo: una pareja de muchos, muchos años juntos quienes compartimos toda nuestra vida y ante los ojos de la mayoría tenemos una "relación perfecta". Claro está, pocos conocen los recovecos y acuerdos de nuestra relación y menos se imaginan que disfrutamos de tener sexo con terceras (y cuartas, quintas o más) personas pero es un trato mutuo y así somos felices, realmente lo disfrutamos. ¿Por qué no hay blogs de "tríos" o "cuartetos"? ¿O inclusive de "parejas abiertas"? Creo que aunque el cyberespacio te proporciona cierto grado de anonimidad, éste aún no es suficiente para que la gente pueda escribir todo lo que realmente piensa.

Por último están los blogueros "solitarios" quienes escriben sus cachondeces (como yo lo hago) y sueltan lo que sienten sin mucho temor, tal y como lo es el Maricón de Mierda, a quien realmente admiro y disfruto de sus escritos, o los "niños buenos" como mi lector favorito que es Chaud o inclusive a quien podría considerar mi antítesis: Dreamer pues seguro que yo soy todo lo que él no quisiera ser (promiscuo, relajado, generalmente alegre) y su forma de ver la vida no se me antoja para nada. Con varios de ellos me he identificado en algunas ocasiones y veo que no son más que personas relatando sus aventuras cotidianas y su forma de ver la vida.

Sí, no cabe duda que en muchas ocasiones nos vemos reflejados en los escritos de otros; es parte de la magia de la llamada "blogósfera" y muchas veces podemos darnos cuenta qué tan ridícula puede ser una situación personal que estemos viviendo cuando alguien más la describe.

Le doy gracias a los blogueros gay por compartir sus historias cotidianas, y espero que haya para mucho, mucho tiempo más.

lunes, diciembre 12, 2005

¿Salir del clóset? Creo que todavía no.

Estaba platicando con uno de los únicos dos amigos que me conocen y conocen este "blog secreto" y me preguntaba por qué no "salía del clóset" ante la comunidad bloguera y escribía diciendo quién era yo. Me dio vueltas en la cabeza por un rato pero creo que no vale la pena y perdería más de lo que ganaría, pues este "anonimato" me ayuda a que pueda escribir de manera totalmente desinhibida todo lo que se me ocurra sin temor a que me juzguen. ¿Y de cuándo acá le temo a lo que piense la gente? Realmente no lo hago, no en general, pero he tratado temas tan íntimos e involucrado a otras personas que si dijera quién soy, no sería difícil adivinar quiénes son esas personas también.

Así que, mejor no, mejor sigamos en el cómodo anonimato y sin pensar mucho en lo que escribo, contando al mundo mis andanzas (no tan) secretas.

miércoles, diciembre 07, 2005

De flor en flor, olvidando a J. poquito a poquito

Ignoro por qué llevo una semana sin escribir nada aunque han sucedido algunas cosas (cachonderías, principalmente) qué contar. Tal vez simplemente no he estado con el ánimo de escribirlas.

Últimamente O. y yo hemos vuelto a las andadas y desde el fin de semana pasado hemos conocido a tres personas: el primero en un vapor local al que casi nunca vamos porque el ambiente no está muy bueno y está lleno de viejitos. Ese día se nos ocurrió ir y nos ligamos (bueno, mejor dicho, nos ligó) a un tipo como de 27 años, hubo sexo ahí mismo pero pasó sin pena ni gloria.

En los días pasados también hicimos cosas con otro como de 31 o algo así que igual no me gustaba mucho pero a O. sí y no fue tan bueno. Lo cierto es que cuando estaba en el sexo recordé a J. y terminé más excitado pensando/recordándolo que estando ahí con quien estábamos.

Por último, apenas hace un par de días conocimos a un chico muy agradable, quien nos contó su historia y resulta que está casado y se está divorciando (por razones obvias) y también está muy rico, buen sexo y toda la cosa aunque tampoco me dejó por completo satisfecho.

¿Será que sigo pensando mucho en J. y por eso no me llenan los tipos tanto como antes? ¿Será que hasta que aparezca alguien a quien quiera tan intensamente como quise a J. me sentiré del todo bien? No tengo respuestas a esas preguntas, supongo que se irán resolviendo sobre la marcha...