viernes, octubre 07, 2005

Nuestra historia con J.

A manera de "homenaje" y como despedida de los escritos que he hecho diariamente desde la semana pasada, justo en un día como hoy, cuando se fue J., he decidido recopilar nuestra fugaz pero intensa historia a su lado, para que me sirva de recuerdo y al mismo tiempo para poder dejarlo ir finalmente. Creo que ya estoy preparado para ello.

O. y yo vivíamos nuestra cachonda vida juntos, con aventuras ocasionales (y algunas no ocasionales que también he narrado parcialmente, pero detallaré esto en algún momento del futuro) cuando una noche en la disco tuve contacto por primera vez con J., aunque ya lo habíamos visto desde meses antes y nos había gustado (mucho), pero nunca nos habíamos atrevido a hablarle. Como sea, esa noche lo conocí y tal y como lo relato, al día siguiente sufrimos todos una gran desilusión. Pensé que sería "debut y despedida" mas no fue así. Lo cierto es que fue, definitivamente, "amor a primera vista".

Un par de días después de lo que sucedió, le llamé y un par de días después él me llamó y para ese entonces ya sabía que nos enamoraríamos y que terminaríamos con el corazón roto. Después de las llamadas finalmente nos vimos otra vez y me clavaba cada vez más con él. Nos volvimos a ver y yo no podía quitarle la mirada de encima, y me enviaba señales cruzadas o confusas, cuando inevitablemente sucedió lo que tenía que suceder: terminamos en la cama.

Pasaban los días, nos seguíamos viendo, acepté estar enamorado de él y por esa confesión tuve que hacer una aclaración respecto a mi manera de ver las relaciones. Nuestra historia de amor y sexo continuaba, siendo cada vez más intensa, tanto que a veces pasaba varios días sin escribir nada, aunque sucedían cosas extraordinarias de vez en cuando.

Así iban las cosas hasta que decidimos vivir juntos los tres. No sé si fue o no una decisión apresurada, pero lo cierto es que la tomamos y no podíamos dar marcha atrás. Casi no escribía porque estaba viviendo mi historia de amor y el Internet era de lo último que me acordaba, hasta que tuvimos un "pequeño problema" por celos que resolvimos (o al menos eso pensé). Después empezó el martirio, la sombra del "ex": le envió flores y empezó a tratar de reconquistarlo. No sucedió nada, aparentemente otra vez, y conté un pequeño episodio sobre un jueguito erótico que teníamos. A todo esto, y como lo había contado ya antes, J. nunca me había podido penetrar aunque siempre había querido hacerlo hasta que llegó el día y me sentí en el paraíso. J. también me confesó en esa ocasión que nunca había sentido tan rico hacerlo con alguien.

Qué lástima que a partir de ahí fue todo cuesta abajo, pues días después presentí algo y tenía razón: el ex había regresado a escena y predije que sería el principio del fin, tal y como sucedió. Unos días después se fue y desde entonces he escrito todos los días, primero aparentemente calmado, después una crisis, un día después se dio el reencuentro, aunque sólo me sirvió para reafirmar el hecho de que se había ido. Empecé a analizar, a razonar el por qué me sentía mal y eso me ayudó a sentirme mejor. Finalmente, poco a poco me voy sacudiendo su recuerdo.

Que me sirva, pues, este escrito como un homenaje póstumo a nuestra historia con J.; gracias a que lo hice pude revivir algunos capítulos de nuestra historia y ganar aún más tranquilidad.

Al día de hoy, ya llevo casi 48 horas sin sentirme triste por él, sin llorar y sin extrañarlo tanto. Hoy no hablamos por teléfono y sin embargo no me sentí mal. Creo que esta batalla ya la gané.

2 comentarios:

El Padre Roji dijo...

Hey!

Bien, bien, bien. Me parece muy bien que tengas tus opiniones y tus maneras. Parece que ha sido bastante positivo para tí el escribir este homenaje y yo creo que fue una muy buena idea, hay que lidiar con el dolor y las pérdidas y todo eso en vez de evadirlo. Muy bien amigo!

Evidentemente ya traes mejor ánimo y eso me da gusto. Ahora, muchas gracias por compartirnos todo ésto, de experiencias ajenas se aprende muchísimo y creo que a todos nos sirve. Quiero hacer un paréntesis para mandar también un saludo a nuestra amiga del otro lado del charco: Castee. Qué bien me caes, mujer!

Este anónimo tapatío ha decidido dejar de ser anónimo.

Abrazos desde Guadalajara!

Navegante Vagabundo dijo...

castee: te prometo que lo cerraremos, ¡sí! Lo de ayer fue sólo otro tropiezo pero me levanté rápidamente. Cuesta la recuperación.

el padre roji: Primero que nada, ¡felicidades por "salir del clóset"! Ahora ya sé un poco más de ti, como que te gusta el Atlas, por ejemplo. Supongo que es cuestión de tiempo para conocernos mejor.

Lo mismo que le dije a castee, tuve un pequeño tropiezo otra vez pero ni modo, me levanto, me sobo el raspón y le sigo, no hay de otra. Esa chica sí que es algo, ¿verdad?

Bueno, la vida continúa y las aventuras también. Te envío un abrazo, ahora que te me haces un poco menos impersonal.