miércoles, septiembre 14, 2005

Fetichismos I: (la ropa)

Volviendo un poco a la cachondería, pero aún relacionado con J., estaba recordando hoy una de nuestras primeras y más intensas experiencias sexuales que tuvimos hace algunas semanas, antes de que se mudara a vivir con nosotros.

Estábamos los tres en la sala, viendo la televisión, y para variar se calentaron los ánimos (es inevitable que estemos los tres juntos por algún tiempo y no terminemos cogiendo). El cachondeo estuvo intenso, como siempre, e incluyó besos, caricias, abrazos, pequeñas mordidas y frotarnos las vergas pero en una de esas y cuando ya los tres estábamos en calzones, J. hizo algo inusual: me quitó mis trusas y se las puso sobre su boxer. Imaginarlo, de entrada, puede parecer ridículo, pero al vivirlo es realmente otra cosa. Se veía extraño, sí, con las trusas sobre el boxer pero a la vez se veía muy cachondo... se frotaba su paquetote (que no se podía ocultar a pesar de tener doble ropa interior) y nos veía cachondamente, alternando la mirada entre uno y otro. De repente se me ocurrió hacer otra cosa: tomé la playera que me había quitado y se la puse y eso fue otro boost en la excitación. Verlo a él, a mi J., vestido con mi playera y mis trusas fue algo indescriptiblemente cachondo, me prendí a mil y con el grado de exitación que ya tenía, me costó trabajo no venirme en ese momento.

Después de un rato más de cachondeo, J. se quitó mi trusa y sus boxers y me los puso, y así estuvimos intercambiando ropa los tres mientras frotábamos nuestros cuerpos y nuestras lenguas se encontraban frenéticamente. Al final de la noche terminamos sin ropa y en la cama, sí, pero la experiencia de intercambiarnos ropa fue un fetichismo (si es que se puede considerar así) que nunca había experimentado antes.

Ahora, cotidianmente, a J. le gusta ponerse mi ropa para salir y eso me encanta, pues él siente que "lo voy abrazando durante todo el día" y yo me siento, de alguna manera, presente con él.

Posteriormente escribiré sobre algunos otros "fetichismos" que si bien no son tan extravagantes, sí sobran.

3 comentarios:

Ramiego dijo...

Vaya mi querido Navegante, ahora que lo dices, pues sí, debe ser muy excitante la idea de que tu pareja -o alguien a quien desees o quieras mucho- se ponga tu ropa y salga a la calle a hacer las rutinas del día.

Ya me antojaste... como tú mismo dices, debe ser muy cachondo (riquísima la idea de ponerme alguna ropa de Diego, aunque la verdad, creo que me quedaría algo bolsuda, pero qué diantres... al carajo ¡Sería genial!)

the random glance dijo...

woowww, rico, saludos

Navegante Vagabundo dijo...

Mauricio:

Sí que lo es. Ojalá que algún día lo hagas, verás que es otra cosa la experiencia... Por favor, sigue publicando tus relatos, que los disfruto mucho.


Unferth:

Cierto, muy cierto. Lo hemos seguido haciendo y siempre lo disfrutamos mucho. Por cierto, tus guías sexuales están buenísimas también.


Chaud poser:

Rico, ¡riquísimo!. Saludos.