sábado, octubre 01, 2005

Se fue

"Ya no responde ni el teléfono
tendré de un hilo la esperanza mía
yo no creí jamás perder así la cabeza...
por él.

¿Por qué de pronto ya no me quería?
¿Por qué mi vida se quedó vacía?
Nada contesta mis preguntas porque nada me queda...
sin él

Se fue, se fue..."

Y así, al ritmo de esta vieja y trillada canción de Laura Pausini que suena en mi cabeza, mi corazón se va desmoronando por algo que de por sí ya había anticipado.

Ayer ya no llegó a dormir J., y no me toma las llamadas a su móvil. Esto no debería de sorprenderme, pues le hizo lo mismo a su ex cuando se fue a vivir con nosotros; le llamaba y mejor apagaba el maldito celular en lugar de contestarle y enfrentarlo. ¿Por qué diablos iba a ser diferente con nosotros?

Anoche lloré mucho a solas en lo que fue la habitación de los tres, y que ahora supongo que sólo es de dos. Pensé que no iba a tener Consuelo hasta que busqué a O. en la sala y le pedí que me abrazara. Su abrazo, sus caricias me proporcionaron una tranquilidad impresionante; en cosa de segundos no sentía tanta tristeza y me sentía cálido, protegido, confortado.

Habría preferido que J. nos hubiera dicho de frente que ya se iba; que no hubiera inventado esa mentira de "un mes de prueba" y que mejor se hubiera ido desde principios de la semana. Se supone que antes que cualquier cosa, somos amigos y así habíamos convenido ser independientemente de lo que pasara. ¿Entonces por qué no me toma las llamadas? No insistí mucho; tres llamadas en la noche y dos llamadas hace unos momentos, pero nada. Me ha pedido O. que ya no insista, que ya no le llame más pero se me hace tan difícil; mi corazón sufre y en estos momentos que O. no está aquí conmigo para consolarme es mucho peor.

¿Por qué, J.? ¿Por qué te fuiste sin decir adiós? Yo te dije que lo habría entendido si así lo decidías pero creo que las presiones fueron demasiado fuertes o simple y llanamente fuiste un cobarde para decirnos "adiós" de frente. Me duele, y mucho.

Muchas de sus cosas (las que se había llevado, al menos; ropa y cosas de la escuela) están en la casa. No lo sé, supongo que irá hoy, mañana o el lunes por ellas. No sé si voy a resistir verlo y portarme indiferente; tratar de aparentar que no me importa.

Lo cierto es que me estoy muriendo por dentro, lentamente...

1 comentario:

Navegante Vagabundo dijo...

Mi nueva y estimada amiga:

Muchas gracias por tus consejos; créeme que fueron como un faro al final del túnel negro que veía en los días pasados. Sí, me he apoyado mucho en O. y juntos iremos sorteando cualquier situación que surja como pareja.

Aún así, duele, y mucho.

Gracias, otra vez, por el apoyo.