lunes, octubre 03, 2005

Después de la tormenta...

No, aún no ha llegado la calma pero estoy seguro que llegará más temprano que tarde.

Ayer las cosas aún estaban muy mal; seguíamos sin saber nada de J. y aunque no le volvimos a llamar, pues ya era evidente que no iba a tomarnos las llamadas, hubo necesidad de buscar a su hermana por la mañana pues teníamos la factura de un pastel que ya se había comprado para sus sobrinos, y si no se recogía el pastel se perdería. La hermana se extrañó de que no supiéramos en dónde estaba J., nos dijo que en ese momento estaba con ella y que le diría que nos llamara.

Pues sí, nos llamó J. pero fue una llamada breve y muy dolorosa. Me dijo (pues yo hablé con él) que no nos había llamado porque estaba lleno de vergüenza por la manera en que se fue, que sentía mucha pena y que lo que menos hubiera querido hacer era lastimarnos. En efecto, regresó con "su ex" (seguiré llamándole así para no perder la coherencia con mis escritos y para sentirme un poco mejor, de una extraña y grotesca manera) a vivir. No fue mucho lo que hablamos pero sí me dio tiempo de decirle que no me dolía (tanto) el hecho de que se hubiera ido, pues de alguna manera yo ya sabía que lo iba a hacer. Lo que me dolía era que hubiera prácticamente huído, así, de la nada y sin decirnos que ya se iba. Dijo que pensó que así sería mejor, pero le hice saber que fue todo lo contrario: nos dolió, estuvimos sufriendo por la incertidumbre y realmente la pasamos mal.

Ayer hablamos O. y yo al respecto; acordamos tratar de no sentirnos tan mal (como si eso se pudiera controlar tan fácilmente) y lo que definitivamente no debíamos hacer era mostrar que estábamos sintiéndonos mal, pues quedaríamos en un papel tan patético como quedó el ex cuando J. se fue para vivir con nosotros; éste le decía que "sin él no iba a poder vivir" y le prometió cambiar; le ofreció el sol, la luna y las estrellas (bueno, no todo eso, sólo un auto nuevo, si regresaba) y finalmente J. cedió. Ni modo; supongo que todos tenemos un precio y aunque J. sabe que será infeliz con el fulano, al menos tendrá un pequeño aliciente en su atormentada vida. Pobre muchachito, lo compadezco y me duele también el saber que va a sufrir y la va a pasar mal, aunque los primeros días sean "miel sobre hojuelas". Yo, sinceramente, no creo que una persona que lo trató de una manera horripilante por tres años, en un mes haya cambiado tan drásticamente como para ser otra persona completamente diferente y _ahora sí_ hacerlo feliz. Más bien, sólo estoy contando los días para que vuelva a ser de la manera en que era y J. es dé cuenta del garrafal error que cometió. ¿Y para qué? No lo sé, es evidente que no estará de regreso (y ahora ya no estoy tan seguro de que quisiéramos que regresara) y sufrirá mi J., mi amado y adorado J. a quien minuto con minuto me voy sacudiendo dolorosamente de cada poro de mi piel para poder volver a respirar aire fresco.

Me preocupa un poco el hecho de que O. esté tomando las cosas de una manera un tanto diferente a la mía: yo sufro pero al mismo tiempo estoy consciente de que el dolor pasará y continuaremos con nuestra vida; en cambio, O. siente coraje por lo que hizo J. y piensa que probablemente no lo podrá volver a ver ni en plan de amigos. No sé, tal vez soy un idealista fantasioso (está bien, lo acepto: lo soy) pero pienso que después de aclarar algunas cosas podríamos tener una buena relación de amistad con J., aunque hay quienes piensan que después del amor ya sólo queda odio y nada más. Yo no estoy de acuerdo. Otra razón por la que O. está tan enojado con J., y que además tiene que ver conmigo, es porque me puse muy mal durante el fin de semana... ayer tenía la presión arterial en 101/51 (mi presión normal es 120/80) y me dijo O. que era por el hecho de que estuve muy alterado y que me debía calmar. Hoy ya me siento mejor, aunque no del todo bien.

Hoy me llamó J. y estuvimos platicando por teléfono por poco más de media hora. Me dijo lo mal que se sentía y el enorme cariño que nos tenía. También me dijo que está consciente de que no hizo bien y que se arrepiente pero ya no hay marcha atrás. Yo sé que muy dentro de él sabe el gravísimo error que cometió al regresar con su ex, pero tal vez piensa que "más vale malo por conocido que bueno por conocer", y como había dicho que no se había acoplado por completo a nosotros, supongo que prefiere la seguridad de lo que ya conoce, aunque no sea bueno. Esa llamada ha hecho que me pueda sentir, más tranquilo, a escribir esto que ha pasado en los dos días. No prometo tener la misma tranquilidad y sé que tendré algunos episodios de sentirme extremadamente mal, pero también estoy consciente de que sobreviviré y que veré este episodio como uno más en mi vida junto a O.

Mi gran error, claro está, es haberme enamorado. Debimos haberlo visto como sólo sexo y disfrutado tal y como lo hicimos: oh sí, porque el sexo con J., tal y como lo he dicho siempre, es uno de los más placenteros que he tenido en mi vida, pero también hubo amor: mucho amor.

Aquí estoy, anhelando que llegue la calma después de la tormenta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿y qué esperabas? Es lógico, las cosas caen por su propio peso y una vez más me topo con un caso en el que ninguno de los tres sabe lo que quiere. Por Dios, J es un mocoso que se va a ir con quien le pague la colegiatura y tiene que aceptar cualquier maltrato porque se quiere tan poco a sí mismo que se adapta a cualquier condición (como ser el tercero en una pareja) Era obvio que no iba a estar cómodo con ustedes por el simple hecho de que sabe que tiene una deuda con el otro tipo (que debe ser bastante nefasto y enfermo, también). Ustedes dos tampoco están completos, ya a cualquier cosa le llaman amor. Despierta, ni van a quedar como amigos ni tienes una vida en pareja. Ubícate en la realidad y date cuenta de cómo los tres han querido llenar sus vacíos emocionales con lo primero que se les pone enfrente. La realidad es implacable, más vale que te vayas asomando a ella.

Navegante Vagabundo dijo...

Usuario anónimo: Aunque no compartamos el mismo punto de vista, agradezco tu tiempo al redactar el mensaje. Sólo quiero aclarar una cosa: tengo una vida en pareja, y no "a cualquier cosa le llamo amor". Hemos tenido muchos acostones como para poder reconocer el puro sexo, el cariño, la cahondez o incluso el amor. Pero comprendo que sólo estando en nuestra situación lo podrías entender.

castee: Como alguien más escribió en un comentario anterior, eres realmente una enviada celestial. He leído y releído tus comentarios y me han llenado con un calor especial. Muchas gracias por ser como eres y por preocuparte por un total desconocido cuya vida podrían reprobar la mayoría de las personas, pero que somos felices viviéndola. En verdad se siente bien tu aprecio y cariño. Gracias otra vez.