sábado, agosto 20, 2005

Sexo con amor

En esta ocasión seré breve porque no quiero aburrir a nadie. No tengo mucho qué contar, excepto que estoy viviendo realmente mi historia de amor. Me enamoré hace dos semanas, y posteriormente me sentí en el cielo cuando tuve sexo con J. la semana pasada. Este fin de semana (ayer, hoy) ha sido fabuloso, pues J. vino otra vez a la casa (nos hemos visto prácticamente todos los días) y se quedó a dormir. Estoy realmente agotado, hemos tenido sexo a todas horas y no perdemos ninguna oportunidad de estarnos abrazando, besando y tocándonos. No lo puedo evitar, el chico me prende y lo mejor del asunto es que ahora ya he visto que O. y J. también se llevan de maravilla y se gustan mucho. Me encanta verlos cuando están abrazados, besándose o cachondeando: es un espectáculo maravilloso ver al hombre de mi vida, a mi gran amor con este chico tan lindo y de quien realmente estoy enamorado también.

El sexo ha sido de lo mejor: lo hemos hecho en la sala, en la recámara, en el comedor y en donde se nos atraviese. Me encanta mamarle la verga y él pone una cara de satisfacción que me prende mucho más. Anoche por fin pude hacer lo que tenía ganas de hacer desde el día en que lo conocí: penetrarlo. Primero empezó con O. en la cama, ya entrada la madrugada y después de haber estado cachondeando en la sala (J. y yo nos vinimos sobre el pecho de O.; fue realmente todo un espectáculo y al final quedó como un "pastel tres leches") en el cuarto le siguieron con el cachondeo. O. estaba muy caliente y le puso un condón a J., quien lo penetró por un rato (oh, sí, disfruté del espectáculo como nunca) y después O. se puso un condón para penetrar a J., quien tenía una carita de niño bueno que no podía con ella. Yo lo besaba mientras acariciaba su espalda y él no cesaba de gemir y contraerse. Después de un rato O. me puso un condón a mí y ahí fue cuando pude adueñarme de esas nalguitas que tanto me atrajeron el día en que lo conocí. Aprovechando el estado de relajación de J., no me fue muy difícil llegar hasta adentro y moverme rítmicamente al tiempo en que le mordía el cuello, le estrujaba la espalda y le acariciaba todo lo que podía.

Tenía mucho tiempo en que no me sentía con ganas de hacerlo a todas horas pero con J. me pasa así. No sé cuánto tiempo durará; a mí me gustaría que fuera eterno pero la situación de J. no es fácil: tiene una "pareja" aunque es una situación muy peculiar que probablemente describiré después y yo no me animo (ni creo que tengo derecho) a pedirle que lo deje y que se venga a vivir con nosotros. Imagino, en un ensueño, cómo sería si los tres viviéramos juntos: si todos los días despertara con esos dos hombres maravillosos a mi lado; si pudiéramos dormir abrazados, ahora que vendrá el tiempo de frío dentro de algunos meses y despertarnos en la madrugada para darle rienda suelta a nuestra pasión. ¿Qué más da si al otro día tuviéramos que levantarnos temprano? ¡Valdría la pena el esfuerzo!.

Sigo locamente enamorado y rebosante de felicidad. Por favor, por favor: que me dure al menos un tiempo. ¡Me encantan mis dos hombres! Ciertamente he practicado por mucho tiempo el "sexo con amor" (con O.) y con mucha más frecuencia el "sexo sin amor" (con cualquier encuentro ocasional que hemos tenido) y llámenme cursi pero, por ahora, el primero ha sido mejor que el segundo.

4 comentarios:

the random glance dijo...

weeeyyy congrats!!! hasta acá se siente tu felicidad, todo un sueño hecho realidad, spero q todo siga bien y sigas disfrutando de tus 2 hombres, un abrazo!

Navegante Vagabundo dijo...

Mi bien estimado Chaud, yo también espero seguir viviendo este ensueño y no despertar. La realidad puede ser dura y probablemente cualquier día me golpee a la cara sin previo aviso.

unferth: Muchas gracias por la felicitación y me alegro que no te escandalices por la forma en que llevo mi vida. Me aseguraré de visitar tu blog que seguramente debe ser interesante.

Ramiego dijo...

Pues que suerte que tienes al tener no solo uno, sino DOS HOMBRES RICOS en la cama y a tu disposición.

El único detalle es que te pones a contar las monedas en la casa de los pobres (o sea, yo). Je je je.

Bien por tí. Enjoy it...

Navegante Vagabundo dijo...

mauricio, lamento contar las monedas frente a los pobres, pero es que si no cuento esto exploto y por eso necesito escribir lo que me sucede para desahogarme.

He puesto un enlace a tu blog, así como al de unferth, pues me parecen muy interesantes.