martes, febrero 20, 2007

Mi fantasía hecha realidad

Es un cliché que la gente diga que "las fantasías se pueden hacer realidad" y a menudo son tan sólo palabras huecas, un eufemismo que usan para decir "échale ganas y sigue pensando en que va a suceder, aunque tú y yo sabemos que lo más probable es que no suceda"; pero cuando un supuesto imposible sucede, estás que no te la puedes creer.

A W. lo conocí "por Internet" hace ya cosa de unos 4 o 5 años, cuando él tenía como 19 años y por supuesto que me encantó desde un principio. Alto, con carita de ángel (ya sé, es lo que no puedo resistir jamás), atractivo, insolente, inteligente y llanamente "lindo". Nos hicimos "amiguitos" por Internet y después descubrimos que teníamos otros amigos en la vida real en común. Tal vez por esa razón fue que casi de inicio descarté que alguna vez fuera a suceder algo con él, simplemente me lo negué yo mismo sin alguna razón aparente.

Con el transcurso de los años me lo iba encontrando de vez en cuando aquí, allá y acullá. Nuestra relación en la vida real se limitó a conversaciones breves aunque yo siempre me quedaba caliente después de hablar con él. ¿Y cómo no? ¡Si está lindísimo y buenísimo!. Pero, por supuesto, él tan sólo era una fantasía y hasta ahí se quedaría, como muchas otras...

... hasta el fin de semana pasado. Como vino a visitarnos un amigo, O. y yo decidimos acompañarlo al "antro de siempre" y ahí llegamos. Aún recordaba (no sin cierta calentura) al chico de apenas hace una semana y me preguntaba si aparecería por ahí para repetir el sexo que tuvimos, que fue muy bueno. El chico no apareció mas W. llegó de repente, me saludó y se quedó junto a nosotros. En alguna oportunidad que tuve, le conté a nuestro amigo cuánto me gustaba W., aunque era tan sólo "un amiguito" con quien nunca sucedería nada. El tiempo transcurrió y W. seguía a nuestro lado, por lo que O. pudo anticipar que probablemente terminaría en la cama. O. me dice que no sabe si yo soy inocente, "me hago" o soy llanamente bruto (bueno, no son sus palabras; son las mías, creo que él utilizó "ingenuo", pero eso me da a entender) pues cuando alguien quien me gusta mucho me coquetea abiertamente yo no lo noto, ¿o tal vez me pongo nervioso (aunque no lo demuestre) y por eso pienso que es otra cosa?. El caso es que ahí seguía W., tomándose su cerveza mientras yo apuraba vaso tras vaso de mi adorado vodka.

En algún momento de la noche O. se fastidió de estar ahí y fue "a dar una vuelta". Yo no puedo negar que ya me encontraba fascinado con la idea de que pudiera haber algo con W., aunque fuera tan sólo un beso fugaz el que le robara (sí, yo, el Navegante Vagabundo quien "no besa" a los desconocidos pero si son tan lindos como él... ¿cómo podría cometer la osadía de no hacerlo?). Un poco más tarde W. me confesó que "estaba caliente" y que se encontraba un poco alcoholizado, lo cual no era buena combinación. Mientras hablábamos yo le tocaba constantemente la espalda, a veces el pecho, los brazos, el abdomen en abierta actitud de coquetería, aunque guardando a la vez cierta distancia. En algún momento W. me dijo que no lo tocara, pues "él no respondía a sus actos cuando estaba caliente y borracho" por lo que fue un incentivo para que yo no sólo continuara haciéndolo sino que empezara a darse un "juego-cachondeo" en donde yo lo tocaba y él se hacía el que no quería.

Así estuvimos un buen rato, hasta que dijo que ya no iba a poder más y de un momento a otro cambió de actitud, haciéndose ahora al que no le importaba que lo estuviera tocando, que él no iba a responder. Yo aproveché ese momento para acercar su sabroso y joven cuerpo junto al mío, mientras me agasajaba, pero W. no cedía a un beso que intentaba robarle. Ignoro cuánto tiempo estuvimos de esa manera, pero en algún momento O. (quien hasta entonces se había mantenido al margen de la situación) me dijo que estaba cansado y que se quería ir ya, lo cual me pareció triste aunque comprensible pues yo me había estado divirtiendo gran parte de la noche con W. y O. tan sólo había andado "por ahí". Le dije a W. que iba a buscar al amigo con quien habíamos ido, y entonces W. me llevó a un rincón apartado y oscuro en donde sin más empezó a jugar con mi boca, como haciendo el que me iba a dar un beso pero sin hacerlo realmente. Para entonces yo ya lo había manoseado varias veces y había notado su miembro duro, bajo el pantalón pero aproveché para en ese momento meter la mano bajo su calzón y podérselo tocar. ¡Qué delicia de miembro!. La alocada fantasía estaba cobrando realidad y yo ya podía darme por bien servido por el resto de la noche.

Le dije a W. que ya nos teníamos que ir, que sentía mucho que las cosas se quedaran así pero que probablemente otro día podíamos vernos; ahí fue en donde me sentí en la dimensión desconocida, pues W. me preguntó que si se podía venir a casa con O. y conmigo por lo que por supuesto que no lo pensé dos veces y le dije que sí, aunque no lo había consultado previamente con O. pero yo sabía que a O. le gustaba tanto ese chico como a mí, pues varias veces habíamos hablado sobre él.

El camino a casa se me hizo largo por la anticipada calentura y mi imaginación volaba a medida que conducía por las ya no tan desérticas calles de la ciudad, pues estaba a punto de amanecer. Llegamos a casa y W. y yo comenzamos a juguetear un poco. Busqué a O. y los tres nos dirigimos a la recámara en donde le dimos rienda suelta a la pasión durante al menos un par de horas. Juro que la lengua de W. puede hacer temblar al más impávido de los ángeles existentes, pues ese niño realmente hace maravillas con ella. En más de un par de ocasiones W. dijo entre suspiros entrecortados "qué rico" mientras hacíamos toda suerte de cosas que se pueden hacer entre tres hombres cachondos en la cama. Aparententemente le fascinó el que nos besáramos los tres al mismo tiempo, pues hicimos eso en muchas ocasiones y nunca parecía cansarse.

Por desgracia W. tenía un compromiso muy temprano, por lo que después de la (tradicional ya) épica "venida del Navegante Vagabundo sobre W." y una vez que O. y W. terminaron también lo fuimos a dejar a su casa, no sin que antes nos confesara que había sido su primer trío.

Ignoro si volverá a ocurrir. No hablamos al respecto y tal vez no lo hagamos, no lo sé. No lo he visto por Internet desde entonces y dado que somos amigos probablemente no hablemos del tema, aunque tal vez sí. A nivel de pareja, a O. y a mí nos encantaría que la situación se repitiera con W. una y otra vez aunque nos daremos por bien servidos también si fue algo de una sola ocasión. Después de todo, fue una fantasía que tardó algunos años en cocinarse y que, sin esperarlo realmente, se hizo realidad en una sola noche.

5 comentarios:

Esteban dijo...

Dios que calor, a mi no se me ha hecho realidad mi fantasia :(

El Padre Roji dijo...

Sólo hay una cosa más rica que una fantasía cumplida... y es una fantasía que se cocina a fuego lento y se cumple. Que rico que justo en ese día todo estaba alineado para que W terminara en su cama (en sentido literal, jajaja) Y no se por qué pero tengo el presentimiento de que se va a repetir.
Gracias por los abrazos y los saludos, Navegante. El mismo gusto tengo yo de saber de tí.

Otro abrazo para tí y para O.

el juntacadáveres dijo...

se cuelga usted navegante... y cuando pienso uqe no escribira más me paso por aquí y veo que hay algo nuevo...

que lindo lo de su fantasia... cada que lo leo pienso si podría estar en la misma situación... me refiero a la pareja estable y estar con un tercero... me deja pensando mucho... ciertamente...

saludos...

Anónimo dijo...

OMG!!!!!

saluditos

Leo

Doffo dijo...

A veces llega a pasar, y lo mas padre es que lo viviste.
Un abrazo