domingo, noviembre 20, 2005

Entre azul y buenas noches

Otro episodio alcohólico. Afortunadamente no tuvo el mismo fin nefasto que el del mes pasado, pero por poco era así. Ya debo aprender: no mezclar alcohol en exceso y la presencia de J., son realmente una mala combinación pero lo hice anoche. Creo que debo empezar por contar qué sucedió desde un día anterior.

El viernes llegó a visitarnos de otra ciudad un amigo de O. a quien no conocía en persona, sólo por Internet y es una persona agradable. Él y O. conversan mucho por Internet y O. le tiene confianza, por lo que yo le tomé confianza de inmediato también, aunque nunca había hablado con él. O. ya le ha contado varias cosas de nuestra relación, así que nada le cayó de sorpresa. Creo que ya habían cachondeado previamente e imaginé que sucedería algo con él el fin de semana, aunque no estaba seguro de que yo quisiera intervenir. Por alguna razón, en el aspecto sexual sigo pensando casi todo el tiempo en J., y cuando llego a tener alguna fantasía siempre está involucrado en ésta.

Tal y como lo predije, el viernes por la noche/sábado por la madrugada, O. y su amigo terminaron cachondeando en otra habitación y yo estaba algo caliente aunque no tenía muchas ganas de participar, aunque O. ya me había dicho previamente que el amigo quería hacer algo con los dos, pero "le daba pena" (en México a la "vergüenza" se le dice "pena" también) conmigo. Yo le dije a O. que no se preocupara y que hicieran lo que quisieran y que yo dormiría. Al final me ganó la calentura y decidí jugar al vouyerista (me gusta mucho ver) y me acerqué en penumbra para ver el cachondeo de O. y su amigo. Cuando éste se dio cuenta que yo estaba ahí viendo, sólo atinó a decir "ssooooorry" y terminó. Fue una lata porque apenas llevaban poco y O. tuvo que apurarse para terminar también, yo preferí no hacer nada y me regresé a la cama. Al poco rato que llegó O., en voz baja reíamos y broméabamos que le llamaríamos "el American Pie" por la película en donde el adolescente termina prematuramente. Por ese día dormimos, nosotros en nuestra habitación y el amigo en otra y no sucedió nada más.

Ayer sábado decidimos ir a dar un paseo al campo, y mientras estábamos haciendo los preparativos para salir, J. llamó por teléfono para preguntar qué haríamos. Le comenté que saldríamos y quiso acompañarnos. Me agradó la idea (me gusta la compañía de J.) aunque temí que fuera a haber algún roce con el amigo de O. porque J. siempre se pone celoso de nuestros amigos o de la gente que nos rodea. Afortunadamente la salida transcurrió sin mayor novedad, los cuatro la pasamos muy bien y fue un día agradable. De regreso compramos alcohol pero J. dijo que debía regresar a su casa. Le preguntamos si saldría al antro por la noche y dijo que no, así que pensamos que ya no lo veríamos.

Empezamos a tomar O., su amigo y yo alrededor de las siete de la tarde y para las once de la noche yo ya había tomado bastante. Poco antes de esa hora los ánimos de los tres se calentaron y terminamos en la cama, ahora sí aguantó bien el amigo de O. y el sexo estuvo regular, tirándole a bien; gracias a eso se quitó el mote de "American Pie". Justo habíamos terminado y nos estábamos arreglando para salir al antro cuando llegó J. a la casa sin previo aviso. Afortunadamente no llegó media hora antes porque entonces nos habría encontrado con el amigo de O. y me imagino la escena que nos habría armado aunque, vuelvo a aclarar, ya no tenemos nada "oficial" con J. pero él es así.

Como yo ya había tomado demasiado y recordé la escena del mes anterior, decidí apartarme de todos por un rato y me encerré en una habitación solo. Estaba simplemente recordando, dejando que los sentimientos que el alcohol parece matizar afloraran y sufriendo un poco porque J. ya no está con nosotros, no demasiado pero sí lo suficiente como para que me salieran unas lágrimas y en un momento entró O. y me vio llorando y se molestó, con justa razón, porque me dijo que siempre que me emborracho es lo mismo: lloro por J. y aunque digo que ya estoy bien vuelvo a ponerme mal. Le hice ver que no, que no me pondría mal y que simplemente quería estar solo un rato. Discutimos un poco pero al final de cuentas no pasó a mayores, aunque tuvo potencial para haber un problema si lo hubiéramos dejado.

Terminamos yendo a bailar los cuatro, primero se fueron O. y su amigo y yo me fui con J. en su flamante auto nuevo (sí, todavía me duele) pero no me divertí mucho por la noche. El alcohol había dejado de hacer efecto y yo entré en una fase semi depresiva aunque me controlé bastante bien.

Hoy no me siento bien por completo, puede ser un poco la resaca y un poco saber que muy en el fondo sigo dolido por lo de J., aunque ya no me afecta (tanto) en mi vida cotidiana.

Hoy me siento como "entre azul y buenas noches".

1 comentario:

Navegante Vagabundo dijo...

castee querida, sólo me va mal con el alcohol cuando bebo en exceso, que es muy de vez en cuando. Si me tomo sólo unas copas no hay mayor problema, trataré de controlarme y limitarme.

Besos para ti.