viernes, marzo 03, 2006

¿Equilibrándonos?

CREO que poco a poco vamos llegando al punto del equilibrio. Todas las piezas siguen en el tablero, pero ya (casi) todas parecen estar ocupando su lugar.

Empezaré por lo más sórdido pero que a la vez me llena de orgullo: "resistí a la tentación" de J. y por primera vez, por decisión propia, dije "no" cuando él quería y estaba completamente dispuesto a hacer algo. Fue durante el fin de semana pasado, precisamente el viernes. Como ya tenía algunas semanas que no nos veíamos por las cuestiones que había relatado anteriormente, seguramente el chico andaba caliente y llamó por teléfono a O. para decirle que iría a nuestra casa. Cuando regresé de trabajar ya estaba ahí, en la sala tomando con O. unas cervezas. "Bueno" -pensé- "será cosa de un par de horas y listo". Lo que no sabía, es que además de las cervezas había una botella de tequila (muy fino, por cierto, el chico se lució) y la conversación estaba muy animada. Yo me hice el desinteresado, aunque les estaba acompañando. Participaba en las conversaciones triviales pero por dentro estaba pensando: "¡por favor! que no pase nada, no quiero volver a caer en el jueguito". Después de algún tiempo se me antojó tomar a mí también, pero como no me llevo muy bien con el tequila, me dispuse a acompañarlos con mi siempre bienvenido vodka. Para no hacer el cuento largo, las horas pasaron y tuvimos una convivencia muy agradable, pero ya muy cerca de la madrugada (¡ya habían pasado unas seis horas!) me di cuenta que J. tenía "esa mirada" de cuando está cachondo y preferí amablemente despedirme e irme a la habitación a dormir mi borrachera. Seguramente tanto O. (quien sabe perfectamente cuánto me gusta J.) como J. quedaron sorprendidos con mi reacción pero era lo que quería en ese momento y me alegra haber actuado así. Por supuesto, al otro día me enteré por O. que sí tuvieron sexo ellos dos, pero mientras ambos se sientan cómodos por eso por mí no hay ningún problema, en verdad. Era YO quien tenía conflicto por tener sexo con J. y mejor lo evité. Asunto arreglado, no hubo sentimientos raros ni mucho menos.

Desde ese día J. me ha llamado de vez en cuando, en tono muy amigable y todo pero he mantenido mi distancia. Sí, no dudo que en un futuro cercano podamos ser amigos, incluso "amigos cariñosos" y todo eso pero ahora no. Me causa conflicto el hecho de que de repente J. actúe con ganas de estar con nosotros y después de que termina el sexo se sienta culpable y nos deje de hablar por algunas semanas. Eso no va conmigo: prefiero que disfrutemos todos de lo que hacemos sin ningún sentimiento de culpa. Si va a ir por la vida "poniéndole el cuerno" a su pareja, que lo haga pero que no nos involucre en sus culpas posteriores. Si no lo quiere que lo deje, pero no voy a regresar a lo mismo. Creo que, al respecto, todo está dicho.

Por otro lado, esta semana llegó de manera inesperada S. y dijo que se iba a quedar en casa por algunos días. Ya lo había dicho antes y lo confirmo: me siento cómodo de estar junto a él, sin tener sentimientos negativos en su contra por lo que alguna vez nos hizo. Lo quiero, sí, pero tan sólo como un amigo y ya. Evidentemente no durmió con nosotros ni sucedió nada. Él ha quedado en el pasado y perfectamente acomodado en el tablero, aunque hace un año hayamos tenido sentimientos y experiencias tan fuertes respecto a él.

Quien aún no se logra acomodar del todo es A., pues aunque la semana pasada ya estaba decidido a escribir algo así como: "Hablaremos con A. y le diremos que sólo lo queremos como amigo, que no se ilusione que puede suceder algo más con nosotros" ahora ya no estoy tan seguro. Lo queremos, sí. Nos quiere, sí. Sólo que hay "algo" que todavía no termina de hacer "clic" para que una relación plena entre los tres se dé. No estoy arrebatadoramente enamorado de él. Creo que O. tampoco lo está. Nos gusta, sí, mucho. Es muy guapo, también. Tenemos sexo increíble los tres juntos, eso es indudable. Pero hay algo, algo que todavía no logro descifrar qué sea. No sé si se trate del hecho que el año pasado tuvimos fuertes sentimientos hacia él y luego nos dejó sin más ni más. Pero creo que eso ya lo habíamos superado. Tal vez no del todo. No sé, presiento que terminaremos siendo muy buenos amigos, teniendo sexo si así lo deseamos pero sin un involucramiento más profundo.

Ésa es la única pieza que no parece todavía totalmente acomodada. El tiempo dirá, seguiremos viviendo.

2 comentarios:

Doffo dijo...

Navegante:
Es bueno que el equilibrio llegue, veras como te sentiras mas a guato con todo.
De lo de J, realmente me da mucho gusto que no hayas caido en la tentacion, eso demuestra que cada dia estas mas firme en tus decisiones, realmente me alegro.
Comparto la opinion del Padre Roji, uno tiene que saber hasta donde dar entrada a toda la gente que entra en la vida de uno.
De lo de A, pues que bueno que ya se estan ubicando las cosas, que bien que ambos (O y tu) ya esten viendo que onda con este niño. Un abrazo a ti y a O.

Navegante Vagabundo dijo...

Mi siempre adoradísima castee, pues las cosas son tal y como lo había anticipado. Ya hasta me está dando franca flojera este "juego". Ahora como ve J. que no le prestamos atención nos ha llamado todos los días e insiste en que salgamos y lo veamos. Claro, nos hemos negado constantemente pero no se rendirá. Quiere que inicie otra vez ese "ciclo de caracol" del que escribí alguna vez. No sucederá. No otra vez, así estamos bien.

Mi estimadísimo padre roji: me encanta que siempre me ayudes a tener mi dosis de realidad. Gracias por "las porras" y creo que (aunque me duela admitirlo) tienes razón y J. sabe perfectamente bien lo que hace, a pesar de esconderse tras su velo de inocencia. Es su juego y nosotros hemos accedido a jugarlo con sus reglas, pero ya no más.

Creo que tu explicación del departamento queda genial para que entiendas un poco más nuestra situación: el problema que tenemos es que le hemos abierto las puertas de nuestra casa a más de una persona que no se lo merece. Y mira que no con todos ha sucedido algo más (ni lo esperábamos) que tan sólo sean huéspedes pero ése es un defecto que tenemos O. y yo: confiamos mucho en la gente y sí nos hemos llevado uno que otro "chasco" (tú me entiendes, eres mexicano) pero también hemos recibido buenas satisfacciones de tener excelentes amigos. Es dar una cosa por otra...

Apreciable Doffo, sigo con la incertidumbre de qué pasará con A. pues sigue con nosotros en la casa, pero aún no hay una llama de pasión como existió hace algunos meses y a veces me siento algo desesperado con él. No sé, probablemente a final de cuentas terminaremos nada más como buenos amigos, teniendo sexo si así se nos antoja. Ya el tiempo lo dirá.

Abrazos y besos para los tres.